Reducir los pixeles de una imagen

Son muchas las ocasiones en las que tenemos que insertar una imagen y el tamaño que tiene nuestra fotografía no coincide con los requerimientos de las páginas.
Es fácil que nos pidan un determinado tamaño cuando vamos a poner un anuncio para vender un producto o cuando queremos incluir nuestro CV en un portal de empleo e incluso en algunas redes sociales piden un formato muy específico.
Si la imagen no se ajusta a las medidas que quiere el portal o la página no podremos adjuntarla porque nos daré error.
Si intentamos reducirla o ampliarla de manera manual, con el “estiramiento” o embeberla de forma manual corremos el riesgo de que pierda calidad, que se vea borrosa o deformada.
Para solucionar este problema existe una solución muy fácil y es contar con un programa que te permita retocar cualquier imagen, en cualquier momento y para cualquier fin.

En el mercado hay distintas opciones, unas son gratuitas pero no dan demasiadas prestaciones y otros programas son caros y costosos de aprender a usar.
Hemos descubierto uno que lo tiene todo, es sencillo y además gratis.
Puedes descargártelo desde este enlace: GIMP.

Es muy fácil de usar y solo tienes que pinchar con el botón derecho sobre la imagen que quieres editar y elegir la opción: editar con GIMP.
Una vez que tienes la imagen abierta en el programa solo tienes que hacer uso de la “caja de herramientas” y dentro de esta opción la “herramienta de escalado” que automáticamente te dará información sobre la imagen actual.

A continuación le das la altura y anchura que necesitas, que puede ser tanto en pixeles como en centímetros, y para mantener el aspecto solo tienes que seleccionar el icono que aparece con dos eslabones de cadena y se mantendrán las proporciones de la imagen.
Luego solo tienes que pinchar en “escala” y al instante veras la imagen reducida o ampliada según las necesidades que tengas.

Ahora lo único que te falta es guardar la nueva imagen con un nombre de archivo distinto al que tenía la imagen original para poder conservar ambos formatos.
En este paso también puedes elegir el tipo de archivo que necesitas (PNG, GIF, JPG, TIFF o BMP) dependiendo de donde vayas a insertar la imagen puede ser que te pidan un formato determinado. Damos por sentado que el “peso” de la imagen también ha cambiado, suele ser importante sobre todo a la hora de reducir para adjuntar a mails o para distintas páginas de anuncios.