Una interfaz usable sin un criterio de diseño visual coherente con una identidad y una estética agradable al usuario, jamás será un buen diseño de interfaz gráfica.
Así como un diseño con un alto componente estético con fallos evidentes de uso serán también un fracaso; en la buena combinación de los criterios de usabilidad y estética estará el éxito de un proyecto de diseño.
De la misma forma que en la cocina, hay que saber establecer para cada plato su punto de sal, sus sabores, sus colores,  si se sirve frio o caliente, si se ha de consumir rápido y serán un plato para degustar.
Hay que mezclar y cocinar los ingredientes con buen acierto y gracia para hacer un menú en unas condiciones más que digeribles.
En el caso de una web, es exactamente lo mismo!

Las discusiones acerca de la importancia de la usabilidad o la importancia de la estética tienen lugar en disciplinas en periodo de crecimiento conceptual.
El ciberespacio y los artefactos que lo generan están en plena fase de transformación continua.
El diseño digital también está en plena evolución.
Por esta razón existen importantes discusiones sobre lo que está bien o mal hecho, en relación a lo que funciona o funcionará más adelante, de si es mejor o no introducir gráficos que ralenticen la visualización de la web, pero que la hagan más amable, etc.
En definitiva, discusiones que ponen frente a frente a adeptos de la usabilidad colocando el diseño visual a un lado con diseñadores muy poco partidarios de la misma.

Según nuestra opinión, en el término medio esta la virtud.
No hay que renegar de los estudios de usabilidad que se vienen haciendo por parte de los llamados arquitectos de la información, sino integrarlos en nuestra labor de diseño y en el día a día de lo que siempre ha sido el análisis del funcionamiento o función de los elementos comunicativos.
Es decir, integrar conocimientos en nuestra disciplina, en lugar de enfrentarnos a ellos.