Por ejemplo, si quieres listar todos los contenidos de un directorio, puedes guardar la salida para consultarla desde un documento, así evitarás la incomodidad de utilizar la ventana de la termina, que a menudo se queda corta. Veamos un ejemplo a continuación.
Imaginemos que queremos guardar los resultados de una lista de contenidos en la carpeta /home/user/ y llamar al archivo que contendrá la información “listado”. Asumimos que el documento “listado” todavía no existe, ya que si no fuera así sobrescribiríamos su contenido. El comando quedaría de la siguiente forma:
ls /usr/lib > /home/user/listado
Si ya has creado un documento con los datos registrados y ahora quieres añadir más información al final, sin sobrescribir nada, tendrás que añadir un segundo signo >. Por ejemplo:
ls /usr/lib >> /home/user/listado
El resultado es más que obvio. En la carpeta /home/user/ encontraremos un archivo llamado “listado” en el que aparecerá un resumen detallado de los contenidos de dicha carpeta, un registro exacto de la salida del comando introducido en la terminal. Así de fácil.
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