Si no estás en Internet, no existes!

Empresas y personas combaten, por separado, por conseguir un lugar distinguido en Internet y persiguen que sus compromisos de valor consigan hacerse un sitio en la agobiada agenda de su público objetivo.
La batalla por optimizar el posicionamiento de la insignia, arraigada en el ADN de las empresas, se ha dilatado hasta englobar a la plantilla completa.
Por esta razón, las marcas profesionales y personales se entretejen de forma definitiva y requieren estrategias de posicionamiento bien distintas.

Los directivos de la empresa ya no pueden cerrar los ojos antes los rumores en Internet y su gran huella en la marca de empresa ni tampoco esconder empleados que han inscrito sus señas en Internet.
Cada uno de los miembros de la empresa tiene la capacidad de impactar en la importancia de la marca, a través de sus comentarios, blogs y escuchas dinámicas de potenciales problemas de sus servicios y productos o de establecer cuáles son las particularidades de la marca en Internet.
Mucho tiempo ha pasado desde que se resguardaban los nombres de los principales comerciales por temor a que los cazadores de talentos lograran contactar con ellos.
En estos días las paredes y el tejado de la empresa son de cristal transparente.

El trayecto a las redes sociales de este siglo se “ofrece” con el mismo arrebato que la leyenda El Dorado con la esperanza de aumentar los amigos, contactos, clientes y dinero, casi sin esfuerzo y con pocos medios. Profesionales y empresas se cuestionan si merece la pena la viaje, pero éste va más lejos y ya no hay retroceso posible, porque en este momento ¿Quién  concebiría estar sin Internet? ¿Tenemos acaso elección? Si no caminas, no constas, ¿y hay algo más malo que no ser visible?

Una vez hechizado por la magia de las redes sociales, formas parte de un viaje con pocas reglas de juego y sin poder volver atrás.
Comienzas a remar contra la corriente y ya no hay descanso, es necesario un incesante movimiento para permanecer en el mismo sitio y un trabajo impresionante para mejorar posiciones.
La fascinación del inicio se trasforma en una tensión insufrible y complicado de gestionar con los recursos normales.
Por fortuna, no somos precursores en la Red y son bastantes los que perfeccionan herramientas; eso sí, deberás elegirlas y combinarlas con cuidado para que el trayecto sea más soportable.
La compensación será una mejoría en el posicionamiento de la marca profesional y personal, y como puedes ver volvemos de nuevo al punto de partida.

La dificultad de todo el proceso y las pocas normas de juego hacen preciso marcar objetivos, definir que herramientas de la Web 2.0 son las óptimas para usar y cuáles son los puntos clave del éxito.
En resumen, la elaboración de una estrategia de marketing digital apropiada y una gestión perfecta son los ingredientes imprescindibles para “avalar” el progreso en el posicionamiento de las marcas profesionales y personales.