La importancia del vídeo en la publicidad online

La publicidad en la red es una de las áreas más dinámicas y crecientes del panorama económico actual.
La mejora en la estabilidad de las conexiones a Internet y el boom de los smartphones han ampliado las oportunidades publicitarias en internet y mejorado la creatividad de los publicistas, que tienen un campo libre para su libertad.
De entre los varios nuevos elementos que aporta hay que destacar sin duda uno de ellos: el vídeo.
Este actúa como formato predominante en los anuncios al integrarse en otros formatos publicitarios como el banner tradicional.

El vídeo es el rey del formato publicitario en internet por dos razones básicas: la primera, es que es el lenguaje primordial en la sociedad actual (hemos crecido con las imágenes del televisor), por lo que lo tenemos completamente interiorizado; la segunda, que se está adaptando a Internet, ya que los contenidos en vídeo se están integrando de pleno a los nuevos medios de comunicación por plataformas como Youtube o las redes sociales.

Las redes sociales y sobre todo Facebook están contribuyendo a modificar las estrategias publicitarias audiovisuales de las empresas anunciantes.
El usuario de la red social es muy especializado y navega por la red en base a sus gustos.
La cantidad de información que aporta a la red es extremadamente útil para enfocar la publicidad hacia derroteros más específicos y efectivos.
Sólo hace falta ver cómo ciertos vídeos virales triunfan en Facebook para entender que la publicidad online puede y debe sacar partido de las redes sociales.
Por todo ello es muy interesante que el contenido generado por el usuario se aplique a la publicidad y se genere un buen nivel de proactividad.
Si las redes sociales se llenan de vídeos favorables sobre nuestra marca el coste de la campaña es muy reducido y los resultados fantásticos.

Por último hay que apuntar que el vídeo en Internet no se consume de igual manera que en el televisor.
En los medios digitales hay un consumo rápido, en flash, sin descanso, por lo que un anuncio largo y denso en vídeo puede acabar empalagando al receptor.