La Web 3.0 también llamada Web Semántica

La web semántica es lo que algunos se atreven a definir como la web 3.0, una revolución en la cual internet será capaz de comprenderse a sí misma a través de estructuras lógicas que tengan sentido para los programas de software.
Estos “agentes” usaran los datos para extraer información adicional y filtrarla, dándonos resultados adecuados, acordes con nuestras verdaderas intenciones.
Es decir, se trata de trabajar con software capaz de “entender” e interpretar el lenguaje natural como si se tratase de humanos.

Tal vez esa sea la web del futuro o, tal vez, no.
Lo que si es cierto es que se está llevando a cabo un intento serio de introducir la lógica del pensamiento y el lenguaje humano en el modo en que nos relacionamos e interactuamos con el software en la Red.
Internet nos brinda la posibilidad de acceder a una cantidad ingente de información, pero el exceso de datos genera confusión.
Solo si disponemos de un software adecuado podemos explotar al máximo las posibilidades que esto implica.
Los actuales motores de búsqueda nos prestan una ayda inestimable en este sentido pero a su vez presentan importantes limitaciones por su incapacidad de comprender el auténtico sentido y coherencia de los contenidos que escanean a diario.

Para solventar esta limitación, se ha desarrollado el “tagging” o etiquetado de contenidos, donde los usuarios (humanos) interpretan y asignan relevancia a ciertos términos a través del etiquetado, que no es más que establecer una correlación entre ambos.
Cuando el etiquetado se vuelve masivo se logran importantes grados de coherencia,  lo que facilita enormemente la búsqueda y selección de los contenidos más adecuados para nuestros intereses en cada caso.

Actualmente, los buscadores usan básicamente criterios de repetición de términos de búsqueda que no tienen en cuenta el significado de las palabras que gestionan pero, poco a poco, vamos evolucionando hacia modelos mixtos donde la semántica va ganando importancia de modo que el software comienza a ser capaz de interpretar a la hora de asignar relevancia.

Respecto a la web semántica y para comprender su significado en mayor profundidad, hemos de introducir dos nuevos términos: Taxonomia y Folksonomia.

La taxonomía es una forma jerárquica de ordenar conceptos, muy usada en todos los ámbitos.
La inmensa mayoría de las webs tienen organizados sus contenidos según una taxonomía que han definido sus creadores como más adecuados para organizar los contenidos.
Su objetivo es generar un sistema homogéneo de clasificación de información que facilite al usuario la navegación por el site.

La folksonomia, en cambio, fundamenta la organización de contenidos de un sitio web en el etiquetado de los internautas.
Un usuario asigna términos que, desde su punto de vista, describen mejor lo que diferentes personas pueden encontrar en la página concreta.
Otros usuarios que conozcan o confíen en su criterio podrán localizar contenidos relevantes basados en esta indexación.

Como en todo, tratar de adivinar el futuro es bastante complicado.
Con frecuencia la realidad nos sorprende, y la web 3.0 o web semántica puede ser uno de ellos.